Si no se trata a tiempo, el mal de altura puede derivar en dolencias mucho más serias: aprende a prevenirlo.
El mal de altura se produce como consecuencia de una reducción de la presión atmosférica y los niveles de oxígeno. Afecta a alpinistas, esquiadores y en general viajeros a grandes alturas. Un 20% de las personas lo padece a partir de los 2.000-2.400 metros sobre el nivel del mar.
Si no se trata a tiempo, el mal de altura puede derivar en dolencias mucho más serias, como edemas pulmonares (líquido en los pulmones) o cerebrales (inflamación del cerebro).
Síntomas del mal de altura
La intensidad de los síntomas del mal de altura depende de la velocidad del ascenso y del esfuerzo realizado.
Síntomas leves pueden ser mareo, vértigo, jaqueca, fatiga, pulso acelerado, inapetencia, nauseas y dificultades para respirar.
En casos graves y prolongados, provoca cianosis (coloración azulada de la piel), congestión pectoral, palidez, tos con sangre, disminución de la consciencia, dificultad para caminar y problemas para respirar. Si notas estos síntomas, acude de inmediato a un centro médico.
Prevención y tratamiento del mal de altura
- El día anterior a llegar a la zona, procura dormir bien, evita el alcohol y come ligero.
- Una vez a gran altura, asciende de forma paulatina y come poco.
- Tu comida ha de incluir fruta, carbohidratos y alimentos con azúcar, que aportan la energía necesaria.
- La hidratación es indispensable, ya que en grandes alturas los pulmones pierden vapor de agua.
- Evita la cafeína y el alcohol, bebe sobre todo agua y bebidas deportivas que repongan tus electrolitos.
- Escala alto y duerme bajo. A partir de los 3000 metros, tu zona para dormir nunca ha de estar a más de 300 metros por encima de la altura máxima que hayas alcanzado.
- No realices esfuerzos excesivos, ni siquiera si estás en plena forma. Si te sientes mal, detén tu ascenso y desciende tan pronto como te sea posible.
- El oxígeno es vital. Aprende a hacer inspiraciones más profundas, para que tus pulmones reciban mayor cantidad de oxígeno.
- Si vas a realizar alpinismo o senderismo a gran altura, lleva contigo una bombona y úsala tan pronto sientas cualquiera de los síntomas y por supuesto, contrata un buen seguro de viaje de deportes.
- Un buen botiquín te ayudará a tratar los síntomas leves del mal de altura.
Disfruta de tus vacaciones con la máxima tranquilidad. Contrata ahora con AXA Assistance tu seguro de viajes y tendrás las mejores coberturas sanitarias.
A tu lado, cada día.