Si te planteas establecerte en territorio canadiense, a continuación te detallamos el funcionamiento de su sistema sanitario.
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El sistema sanitario canadiense
La sanidad canadiense se financia a través del gobierno. Se basa en cinco principios esenciales: es accesible a todos independientemente de sus ingresos, ofrece servicios completos, es de gestión pública, es de acceso universal a los ciudadanos y residentes permanentes, y se aplica dentro y fuera del país.
Las normas sanitarias son establecidas por el gobierno federal, pero cada provincia las administra de forma independiente. Cada jurisdicción ofrece distintos planes y servicios de sanidad, lo que influye a su vez en los precios de los medicamentos.
La cobertura de salud pública incluye consultas médicas generales, diagnósticos, tratamientos y costes de hospitalización y cirugía de aquellos procedimientos considerados como esenciales para la vida del paciente.
En Canadá es ilegal realizar servicios médicos privados fuera del sistema de salud público. Los establecimientos privados se centran en atención especializada y servicios considerados como ‘no necesarios’, tales como la cirugía cosmética electiva.
El trabajador extranjero que quiera acceder a los servicios sanitarios debe tener residencia permanente en Canadá, un estatus que sólo se otorga a partir de los tres meses desde la llegada al país. Durante ese periodo, el expatriado ha de contar con un seguro médico privado.
Medicamentos
Las medicinas con receta son solo gratuitas para los ancianos. El resto está cubierta por un plan estatal, con una cuota mensual fija.
El plan estatal de medicamentos se basa en una prima anual, de entre 0 y 579 dólares. El importe de esta prima se determina en función de los ingresos familiares netos, al realizar la declaración de la renta.
La parte del precio del medicamento que no está cubierta por el estado, suele ser abonada a través del seguro médico privado del ciudadano.
Gracias a estas medidas los medicamentos recetados son subsidiados, y los precios son bastante bajos. Los costes varían ligeramente de una farmacia a otra, y algunos establecimientos ofrecen programas de incentivos.
Tarjeta sanitaria
La tarjeta sanitaria se conoce como Carta Soleil o Tarjeta de Medicare. Con ella se tiene acceso a la atención médica gratuita, así como los especialistas, hospitales, clínicas ambulatorias y centros médicos de emergencia estatales.
La tarjeta se presenta cada vez que se visita un médico, y permite al sistema público un seguimiento del paciente. Con la información global el estado gestiona los fondos y recursos de todo el sistema sanitario.
La tarjeta sanitaria muestra el nombre, fecha de nacimiento, dirección, sexo y un número de identificación único. También puede indicar si el paciente es donante de órganos.
Los ciudadanos extranjeros solo pueden solicitar la tarjeta una vez reciban la residencia permanente. El periodo de espera hasta obtenerla es de al menos tres meses, por lo que durante ese tiempo el expatriado deberá seguir recurriendo a la sanidad privada.
Seguros privados
La mayoría de canadienses recurren al tratamiento médico privado, con el fin de complementar la cobertura pública nacional. De ese modo cubren los servicios no financiados por el estado, tales como odontología, optometría, audiología), los servicios de ambulancias, y los productos farmacéuticos.
Se calcula que alrededor del 75% de los canadienses tienen seguro de salud privado. El seguro privado es también la opción mayoritaria entre los residentes extranjeros. Los costes del seguro suelen correr a cuenta del empleador.
El seguro también afecta al pago de los medicamentos con receta. En función de la cobertura de la póliza, se puede escoger entre el copago de una cantidad fija, o bien de un porcentaje del coste del producto.
Si quieres establecerte en Canadá para trabajar, es imprescindible tramitar un visado. Nosotros te explicamos todos los factores que debes tener en cuenta.