¿Estás pensando en hacer un viaje a Marrakech? Estos son los lugares que no debes perderte en la Ciudad Roja
Marrakech es el principal destino turístico marroquí
Es una ciudad diferente, única, con luz propia tanto en la forma, por su arquitectura, como en el fondo, por su vitalista mezcla de tradiciones locales y pasado colonial francés. Por ellos es importante conocer los lugares mas característicos de la ciudad para viajar en familia o en solitario.
Paradas imprescindibles:
Pasear por las callejuelas de la medina de Marrakech
La más grande del Magreb, es un verdadero placer para los sentidos. Declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 1985, cuenta con unas 28 000 casas en las que vive aproximadamente el 20% de la población de la ciudad. Es imprescindible visitar la Plaza de Jamma el Fna, su gran explanada irregular es un permanente escenario teatral donde el espectáculo son la gente y sus bizarras costumbres: domadores de monos y serpientes, vendedores ambulantes, dentistas, mujeres que pintan de henna pies y manos, puestos de comida... Al ocaso, más concurrida, caótica y sorprendente.
Para continuar con la descarga de colores, sabores, olores y estampas exóticas, al norte de la plaza se extienden los zocos. Laberintos de productos locales, artesanías y personajes a la sombra de los toldos. Recuerda, el regateo es sagrado, y también no pagar más de la mitad del precio de salida.
La muchedumbre continúa, aunque más piadosa, en los alrededores de la Mezquita de Koutoubia, la del espigado minarete de 70 metros que, obviamente, inspiró La Giralda. Como en el resto de mezquitas, el interior está vedado a los no musulmanes.
Ruta de los palacios
Marrakech es ciudad imperial y sede de un esplendor que aún alienta en los restos de sus palacios. Sobre todo en el de Bahia, con ocho hectáreas y más de 150 habitaciones en torno a patios monumentales como el del Honor. El Palacio de Dar el Glaoui y el de Badi no se conservan tan bien, pero aún sugieren la pasada gloria y merece la pena conocer las anécdotas de sus excéntricos señores: crueles señores de la guerra, fastuosos sultanes y hasta un esclavo negro que llegó a visir.
De museo en museo. La artesanía de raíces bereberes y almohades es una constante en edificios, tiendas, talleres y vida cotidiana. Pero también en los museos cuyas colecciones inspiran los oficios manufactureros en todo Marruecos. En especial, el Museo de Marrakech (cerámicas, alfombras, armas…) y el de Dar Si Said (objetos cotidianos, instrumentos musicales…). Pero quizás las obras más emblemáticas son los edificios en sí mismos como obras maestras de la decoración arquitectónica. Y arte contemporáneo: exposiciones, actuaciones y conciertos en el café literario Dar Cherifa.
Ruta de los jardines
Los oasis del desierto, los reductos de calma y frescor tan arraigados en la identidad magrebí: desde el jardín cerrado que acoge las más de cien Tumbas Saadíes decoradas con mosaicos, a los monumentales Jardines de Manara poblados de olivos en torno a un gran estanque central, con el emocionante skyline del Atlas al fondo. Pero las joyas botánicas de la ciudad son sin duda los Jardines de Majorelle (con museo de arte islámico incluido), diseñados y mimados primero por el pintor francés Jacques Majorelle y después por Yves Saint Laurent; y cómo no el gran Palmeral: más de 100.000 palmeras y frutales en 13 000 hectáreas que pueden pasearse como los jardineros almohades de antaño: en camello.
Marrakech ofrece autenticidad y carisma, no defrauda. Pero una experiencia memorable suele depender de la planificación y la seguridad. AXA Assistance te ofrece los seguros de viaje (asistencia médica, equipaje y cancelación) con las mejores coberturas del mercado.